lunes, 25 de agosto de 2025

Ya no hay más "el lunes que viene empiezo"

 Básicamente porque se empieza todos los días. Casa día tenemos la oportunidad de hacerlo lo que mejor podamos. Anoche dormí medio medio, al menos no tuve pesadillas, porque antes de ayer tuve una horrorosa con zombis. 

Me desperté hoy poco antes de las ocho, aunque no desayuné hasta las 09:15. Me comí un kiwi amarillo con canela de Ceylán y una tostada de pan Schar (tengo que ir a por el pan de panadería) con aguacate, una loncha de serrano, cherrys, aceitunas de Kalamata, queso feta y orégano. Me supo a gloria divina.


Para almorzar, preparamos merluza a la plancha con verduras congeladas y un botito de quinoa integral para los dos.


Después de comer, fuimos al hospital para que me pusieran medio gramo de hierro diluido en vena. A ver si me da un empujoncito porque, encima, me vino la regla bastante abundante.
Llegamos a casa casi a las 19:00 y no había merendado, así que hice una merienda/cena. Primero, kéfir del nuestro con arándanos congelados, coco rallado, chía, lino y almendras troceadas. Eso mientras se hacían los macarrones sin gluten con atún, huevo sancochado, millo,  cebolla, ajo y cuatro quesos. 

Son las 20:00 y ya he cenado, así que trataré de respetar el descanso metabólico de al menos 12 horas entre la cena y el desayuno.
Me siento mejor, pero aún me queda para sentirme bien. Poquito a poco. Au revoir!




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