La sombra del ciprés es alargada...

Y la mía tiene la barriga rechoncha :D
Feliz semana, gente mía.

Aclaro: lo que abulta en mi cintura es el bolso. Dicho queda.

Todo suma... Kilos.

Cuatro días después y maltesers, dos Kindle country, milla bubbles, patatas fritas, un dulce de turrón, dos flanes de queso, dos magdalenas... con todo eso de por medio, hoy he gritado de pavor: 100 kilos me gritó la báscula hoy. Grité yo, no ella. Esta mañana marcaba 99.8 y luego, cobarde, me enseñó las temidas tres cifras.
Ahora, ésta que está aquí empieza mañana mismo en el gimnasio, salga el sol por donde salga. Me duele mucho la rodilla y las lumbares, pero supongo que el hecho de que haya subido de 95.7 a 100 en poco más de un mes algo tendrá que ver.
Lo bueno es que le he echado cara al asunto y he hecho unos contactos con vista a un futuro trabajo relacionado con los idiomas. Aparte, tengo un par de viajes de placer planeados (uno a la península y otro al Reino Unido).
Manos a la obra y a dejarse de chorradas.
Hoy desayuné una naranja, dos tostadas integrales con semillas y aguacate, un cortado. Estuvimos de trámites y papeleo, luego nos tocó almorzar: ensalada verde con remolacha, pimiento rojo, aguacate, ajo picado y cebolla. Con ella, tres pescados fritos en aceite de oliva. Tengo que dejarme de fritos, aunque sea con aceite de calidad.
Tengo muchas cosas que mejorar y a ello voy. Besitos.

97.8 kg

Se acabaron la fiesta. Se acabaron las excusas.
El año nos trajo el mejor regalo: mi novio firmó hoy su primer contrato desde que se quedó hace tres años y medio en paro.
Ahora, señores, a aprovechar este año, que lo estamos estrenando y solo de nosotros depende comer cosas sanas y mover el esqueleto.
Ayer comí bien, salvo unas pocas chips y un trozo de roscón de Reyes. Se acabaron las fiestas. Fin, pues, de las excusas.
Besitos.

Día 1: 98.9 kg.

Empieza un año nuevo y lo recibo con 98.9 kilazos, y eso que hace un mes vi el 95.7.
He comido cosas a deshoras. Anoche partimos el año en casa de unos amigos y cenamos espaguetis blancos con carne mechada con salsa de ciruelas. Aparte, un par de langostinos y cuatro mejillones al vapor.
De postre, una mousse de chocolate casera (solo llevaba huevos y chocolate). Me tomé tres refrescos (uno cenando y doa en la disco). Se acabaron los excesos.
Hoy desayuné un plátano y un cortado.
De almuerzo, tres tortitas de trigo con verduras y surimi, dos huevos revueltos y dos cucharadas de salsa de soja.
Para merendar, zumo de naranja con una cucharada de los polvos de la vida. Para cenar, ensalada.
Quería ir a caminar-correr, pero me levanté con un dolor de cabeza que aún me acompaña. Igualmente haré sentadillas. Mi propósito en enero es moverme un poco cada día, como mínimo unas sentadillas.