sábado, 16 de abril de 2016

Pequeñas batallas

Situación: quiero golosinas. No debo.
Pensamiento: Voy a comprar agua, que tengo sed. (Una vez en la tienda) De paso, puedo comprar algo dulce. Salgo rápido de la tienda porque el agua cuesta el doble de su precio normal y mi mente me juega malas pasadas con sus antojos.

De pie frente a la máquina expendedora (dos minutos después) para comprar agua, pero está igual de cara que en la tienda. ¿Solución? Compra un twix de chocolate, grita mi subconsciente.
¡Sal por patas!, grita no sé qué parte de mí.

Eso hice, huir. Sin agua, sin chocolatina, pero con la sensación de haber ganado una pequeña batalla, esa misma que he estado perdiendo estas últimas semanas.

Nota: miedo me da pesarme porque mucho me temo que he vuelto a los 103 kg.

6 comentarios:

  1. Son los pequeños detalles los que nos llevan a ver un cambio más grande más adelante. Sigue luchando, puedes hacerlo.
    Muchoa besos. ~A.

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  2. Yo también huyo del agua a precio de santificada. Va en contra de mus principios pagar según qué cantidades por simple agua xD

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  3. Lo hiciste bien, Curvitas! El azúcar es una droga, peor que la cocaína, hay experimentos claros respecto a eso. Te buscaste el agua como excusa. ¿Solución? Pla-ni-fi-ca-cion! No salgas de casa sin agua. Incluso no salgas sin algo sano para picar, si es necesario. Ánimo, guapa!

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  4. Curvi, te admiro!!
    Ole tú!!
    Muuuuuuaaaa

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  5. Te comprendo al 100 en serio, creo que mi máxima droga es el azúcar y sinceramente necesito dejarla, tengo que dejarla pero querer dejarla no es lo suficientemente pesado en mi cabeza como para hacerlo, como quitas una adicción de toda una vida ???

    Te deseo suerte y fighting!!!!

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  6. UFF, enhorabuena, porque en esas situaciones de bloqueo es difícil de salir sin pecar ^^ osea que estate orgullosa de ti. Un beso

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