miércoles, 3 de febrero de 2016

Ha vuelto (pero se irá para siempre)

¡Oh, horror! Como me descuide, ocurrirá lo del año pasado, de momento, va igualito: llego a Navidad con el peso más bajo del año (95.7 kg), después de las fiestas, vuelvo a las tres cifras, llego a los 108.9 del peso de partida y… repetimos. Pero no estoy dispuesta, así que no dejaré para agosto lo que puedo empezar en febrero; no quiero "operación bikini", ni "dieta de la piña", ni nada que no sea cambiar mis hábitos, cambiar lo que hago mal y mantener en el tiempo lo que me ha ido bien.
Las tres cifras han vuelto para no quedarse, porque no las quiero en mi vida. ERROR, dice mi báscula, simple y llanamente porque no puede darme el informe del porcentaje de grasa, de peso del hueso, del músculo… ¿Esto es lo que quiero? NO.
Vuelvo a apuntar todo lo que ingiero y he de tomarme, como mínimo, dos litros de agua al día (por peso, me corresponden 3 litros) y me he dado cuenta de que a veces no llego al litro.
Aparte, tengo estreñimiento de manera muy frecuente, así que también vuelvo a tomar fibra. Últimamente, como mucha menos fruta y verdura; muchas veces meriendo bocata (pan blanco) de salami, chorizo revilla y otras cosas que me ayudan poco; en cuanto me descuido, compro Ferrero Rocher y como magdalenas en casa. He de retomar lo de no comer nada que no deba.
Mañana tengo una analítica para ver cómo está mi pobre hígado. Si iba tan bien, no entiendo cómo vuelvo a la misma estupidez de pisotear todos mis logros en cuanto al peso.
Esta mañana desayuné (09:30) dos tostadas integrales con semillas y dos lonchas de jamón cocido con un cortado. A media mañana (11:40), un zumo de naranja con una cucharada de Vida Bebida (algas, fibra, oliogoelementos… mil cosas que se suponen buenas para la salud).
Hoy almorcé pechuga de pollo con majado (aceite de oliva, perejil, ajo y sal marina gruesa), más verduras (cebolla, pimiento rojo y verde, puerros, ajo y zanahoria) con salsa de soja. De postre, dos rodajas de piña natural con jengibre, luego cortado pequeño.

De merienda, una rebanada de pan con dos lonchas de jamón cocido, tres nueces y una pera.
Para cenar probablemente coma ensaladita con algo, quizás un trozo de pechuga del almuerzo, o una hamburguesa de pollo y pavo. Ya les iré informando.
Voy a preguntar al gimnasio que está cerca de casa (no he ido nunca, ni siquiera he visto si en realidad está cerca) tanto el precio como los horarios. Febrero es mi mes: dentro de unos días cumpliré 39 años, dentro de unas semanas me reencontraré con unos amigos a los que hace años que no veo, dentro de tres semanas tendré aniversario de amor… No obstante, al margen de todo esto, QUIERO cambiar, no quiero ser esclava de unas dulzadas, de golosinas llenas de basura que no hacen nada más que enfermarme más, logran que mi hígado se vuelva más graso, que mi páncreas se estrese aún más, que la grasa aprisione mis órganos. Me niego.
Lo dicho: febrero será mi mes. Ahora publico, haré unas sentadillas y comenzaré a aprovechar cada uno de estos 26 días que febrero me regala. Luchemos, camaradas. Esto es dura, pero nosotros merecemos la pena.

7 comentarios:

  1. bueno, Curvi, estás atacando el problema temprano y con el insight de lo que te pasó el año pasado. Vamos con todo!

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  2. Ánimo Curvi! Ya sabes qué hacer, ahora sólo te falta la constancia. Pasito a pasito, día a día.

    Has probado las semillas de lino para el estreñimiento? Besitos!

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  3. Muy bien Curvi, hay que solucionar YA lo del 100, que no vuelva nunca más.
    Vamos a hacer lo posible para controlarnos ante un dulce, por nosotras, por nuestra salud física y nuestra autoestima.
    Tú lo has dicho, merecemos la pena.
    Besos y adelante!!

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  4. Sí, ahora que lo nombran tanto en las noticias políticas, voy a usarlo también: hay líneas rojas que no deberían cruzarse! jajaja. Pues eso, tres cifras no, Curvitas, pa'tras, venga...tú puedes y lo sabes!! Mucho ánimo!

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  5. Lo más importante es que tu te hayas dado cuenta de tus errores, y lo has cogido a tiempo, por casualidades de la vida siempre que decido ponerme a dieta o cambiar habitos hay fiestas varias de esas de las grandes comilonas, pero tenemos que aprender a decirle que no a la comida, y si un dia nos apetece una onza de chocolate la comemos, que no pasa nada, pero una onza y un día. Un homenaje a nuestros esfuerzos no viene mal de vez en cuando. Un saludo y mucho ánimo!!

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