miércoles, 6 de agosto de 2014

Si estuviera siempre con mi novio...

Eso, si estuviera siempre con mi novio, estaría sanísima y en forma. He vuelto de visitarlo y la semana que he estado con él he comido casi perfecto (lo de "casi" porque comí una porción de pastel casero con nueces). Hemos desayunado pan bizcochado integral con salmorejo, un albaricoque, zumo de piña sin azúcares añadidos… Otro día me hizo una macedonia con kiwi, fresa, albaricoque + un zumo de piña. De almuerzos, pollo asado con papas arrugadas, salmón con papas arrugadas, pechuga de pavo con ensalada, macarrones blancos (sin salsa) con cebolla, champiñones frescos y jamón cocido… Las cenas eran siempre ligeras: ensaladas, básicamente. He estado super relajada, sin estrés, sin agobios, y eso es impagable. El sueño sigue sin ser reparador, de hecho, me da miedo irme a dormir porque entierro la cara en la almohada y me levanto con la nariz roja, los ojos hinchados y la frente roja, y sin oxígeno. Como siga así, cualquier día de estos, no me levantaré. Se lo comenté a la neumóloga y me dijo que eso es porque mi sueño es super profundo y no me entero de posturas, de faltas de oxígeno, de apnea del sueño, ni de nada. Espero que bajando de peso mejore eso también. Voy a pensar cómo hacer esto de la comida sana. Voy a volver al gimnasio y entre una cosa y otra, espero no seguir subiendo de peso. Quiero tomarme esto de los nuevos hábitos de manera seria. Les mando besos a todos y ya les contaré las novedades. Besitos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario