sábado, 14 de enero de 2017

En Babia...

Así estoy, camaradas: en Babia.
El otro día, en un descanso del trabajo, fui anotando mi peso de los últimos tiempos. ¿Cómo lo hice? Fácilmente; me limité a mirar en el blog cada una de las entradas en las que aparecía lo que pesaba y listo.

Me dio pena comprobar las oscilaciones: dos o tres kilos arriba, dos o tres abajo, y nuevamente llegaba al peso de partida.Sí, es cierto que partía de 108.9 kg y que ahora estoy en 97.7 (peso de ayer), pero no menos verdad es que llevo así (en torno a los 97) desde el 16 de octubre de 2015, es decir, en un año y tres meses he estado subiendo y bajando para volver al punto de salida, pero nunca a la meta.

¿Cuál va a ser mi primera meta? Los 94 kilos, que son muchos, pero hace un mogollón que no los veo.
La segunda meta va a ser llegar a los 89, para así dejar de ver el 9 en las decenas.
Las siguientes las iré anunciando conforme alcance las dos anteriores.

¿Cómo pretendo conseguirlo? Eso ya es harina de otro costal. En casa tengo la dieta que me mandó la nutricionista que no me gustaba (esa que recomienda tomar esas insanas bebidas de cola y natillas de chocolate), aparte de la última nutricionista (la que ofrece la opción más sana, aunque no acaba de convencerme por eso de que recurre mucho a las hamburguesas y a las salchichas); tengo el libro de la dieta ALEA, pero no quiero tener que comer lo que ponen sí o sí; tengo claro lo que dicen en el reto de la báscula, el programa ese de Canal Sur. Mi novio dice que lo que tengo que hacer es comer sano, de todo pero sin abusar de los alimentos, que ponga en práctica la teoría que ya sé. Tiene razón, pero me conozco y sé que volveré a caer en los dulces, los paquetes de chips, las hamburguesas que venden detrás de mi casa (con mucha salsa y mil cosas más). He pensado incluso en tirar la toalla y comer lo que me venga en gana, sin muchas contemplaciones, pero yo valgo la pena, mi salud vale la pena, y si fracaso una y otra vez es porque me rindo a primeras de cambio. Los que me conocen saben que los primeros días me cuido, estoy pendiente de mi hígado, contenta; sin embargo, esto dura poco, y a las pruebas me remito.

Voy a marcarme pequeños retos semanales y a ir cumpliéndolos. Ya les iré informando. Un beso muy grande y ánimo.
P. D.: Pili, manda los turrones a Jijona y pon manos a la obra ya, que podemos.