lunes, 29 de febrero de 2016

Adiós, febrero, adiós.

Ayer brindaba por el año nuevo y hoy despido el segundo mes de este 2016. 60 días y sin novedades con respecto al peso.
No he pisado la báscula, pero el finde estuve en Madrid y no he comido precisamente sano. Mañana me pesaré, si me da tiempo porque estoy bastante liada. He empezado las prácticas y me toca despertarme a las 06:15... Mortal.
No paro en casa y estoy bastante cansada, pero es algo temporal. Espero organizarme. Empieza marzo: aprovechémoslo.
Besitos.

miércoles, 10 de febrero de 2016

99.5 kg

Esto no va... De 95.7 a 99.5 van 3 kg 800 gramos.
Quiero apuntarme en el gimnasio, pero no tengo dinero; podría ir a caminar, pero voy una vez al mes...
Estoy durmiendo mal, muy mal. Me acuesto intranquila, me duelen los costados en la cama y mi cabeza no descansa.
Esta mañana desayuné dos tostadas integrales con semillas y una cucharada de aceite de oliva virgen extra, luego un cortado.
A media mañana, una pera. Almuerzo: dos papas sancochadas, un huevo sancochado, una lata de atún y un trozo de pepino. Puse cúrcuma encima.

De postre, un yogur natural con miel y canela, y otro cortado.
Lo de la comida lo llevo mejor, pero sigue fallando el ejercicio (la falta de, más bien).
Luego actualizaré. Besitos y que tengan un buen día.

sábado, 6 de febrero de 2016

Lo que cambia...

El problema es cómo enfoco las cosas: si me preocupo por el peso, como vengo haciendo últimamente, descuido la comida y engullo lo primero que se me antoja (dulce e hipercalórico, a poder ser); en cambio, si me ocupo (que no preocupo) de comer aquello que ayuda a mi hígado, eso que me alimenta de puro sano, entonces, el peso baja solo.
A eso he de volver, a programar almuerzo y cena, a escoger lo que me gusta y que me viene bien: fruta fresca, verdura, pescado...
Hoy desayuné dos rebanadas de pan integral con semillas y tres lonchas de jamón cocido. Un cortado.
De almuerzo, macarrones integrales y normales mezclados (quedaba un poco de cada) con salsa que hice yo con tomates, pimiento verde y rojo, cebolla, ajo, tomillo, comino y orégano. Le añadí dos latas de atún, tres lonchas de jamón y tres de queso. No me gustó el sabor (los macarrones integrales no me gustan nada), así que no me lo comí todo. Otro cortado, el segundo y último del día.

Volví a leer lo que le hace mal a mi hígado y fuimos de compras al super.
Merendé un kiwi y un zumo de naranja.
Para cenar, una ensalada (canónigos, rúcula, jamón cocido, queso fresco, tres nueces y siete pasas, zanahoria y pimiento rojo; la aliñé solo con limón). Quizás me tome luego una infusión y listo.

Mañana será mi cumple. Ya caen 39.

jueves, 4 de febrero de 2016

Menos 600

Hola, hola.
Anoche dormí más o menos bien. La mascarilla del respirador me está dando la lata.
Esta mañana tenía la analítica para ver cómo está mi hígado. Me dan el resultado dentro de 8 días.


miércoles, 3 de febrero de 2016

Ha vuelto (pero se irá para siempre)

¡Oh, horror! Como me descuide, ocurrirá lo del año pasado, de momento, va igualito: llego a Navidad con el peso más bajo del año (95.7 kg), después de las fiestas, vuelvo a las tres cifras, llego a los 108.9 del peso de partida y… repetimos. Pero no estoy dispuesta, así que no dejaré para agosto lo que puedo empezar en febrero; no quiero "operación bikini", ni "dieta de la piña", ni nada que no sea cambiar mis hábitos, cambiar lo que hago mal y mantener en el tiempo lo que me ha ido bien.
Las tres cifras han vuelto para no quedarse, porque no las quiero en mi vida. ERROR, dice mi báscula, simple y llanamente porque no puede darme el informe del porcentaje de grasa, de peso del hueso, del músculo… ¿Esto es lo que quiero? NO.
Vuelvo a apuntar todo lo que ingiero y he de tomarme, como mínimo, dos litros de agua al día (por peso, me corresponden 3 litros) y me he dado cuenta de que a veces no llego al litro.
Aparte, tengo estreñimiento de manera muy frecuente, así que también vuelvo a tomar fibra. Últimamente, como mucha menos fruta y verdura; muchas veces meriendo bocata (pan blanco) de salami, chorizo revilla y otras cosas que me ayudan poco; en cuanto me descuido, compro Ferrero Rocher y como magdalenas en casa. He de retomar lo de no comer nada que no deba.
Mañana tengo una analítica para ver cómo está mi pobre hígado. Si iba tan bien, no entiendo cómo vuelvo a la misma estupidez de pisotear todos mis logros en cuanto al peso.
Esta mañana desayuné (09:30) dos tostadas integrales con semillas y dos lonchas de jamón cocido con un cortado. A media mañana (11:40), un zumo de naranja con una cucharada de Vida Bebida (algas, fibra, oliogoelementos… mil cosas que se suponen buenas para la salud).
Hoy almorcé pechuga de pollo con majado (aceite de oliva, perejil, ajo y sal marina gruesa), más verduras (cebolla, pimiento rojo y verde, puerros, ajo y zanahoria) con salsa de soja. De postre, dos rodajas de piña natural con jengibre, luego cortado pequeño.

De merienda, una rebanada de pan con dos lonchas de jamón cocido, tres nueces y una pera.
Para cenar probablemente coma ensaladita con algo, quizás un trozo de pechuga del almuerzo, o una hamburguesa de pollo y pavo. Ya les iré informando.
Voy a preguntar al gimnasio que está cerca de casa (no he ido nunca, ni siquiera he visto si en realidad está cerca) tanto el precio como los horarios. Febrero es mi mes: dentro de unos días cumpliré 39 años, dentro de unas semanas me reencontraré con unos amigos a los que hace años que no veo, dentro de tres semanas tendré aniversario de amor… No obstante, al margen de todo esto, QUIERO cambiar, no quiero ser esclava de unas dulzadas, de golosinas llenas de basura que no hacen nada más que enfermarme más, logran que mi hígado se vuelva más graso, que mi páncreas se estrese aún más, que la grasa aprisione mis órganos. Me niego.
Lo dicho: febrero será mi mes. Ahora publico, haré unas sentadillas y comenzaré a aprovechar cada uno de estos 26 días que febrero me regala. Luchemos, camaradas. Esto es dura, pero nosotros merecemos la pena.